viernes, 21 de diciembre de 2012

Hisitoria del espino -Crataegus Monogina- PARTE 2


Capítulo anterior


Daba por hecho que no iba a escribir mas entradas, a juzgar por la profecía maya que decía que el 21 de diciembre de 2012 llegaba el fin del mundo, pero en vista de que todo sigue igual, agarremos el teclado y continuemos esta historia.


En la anterior entrada dedicada al espino, creo recordar que terminaba comentando mi intención de indagar sobre mi árbol genealógico.  El proceso de este estudio no cabe duda que es largo y sobre todo lento, pero ya tengo novedades. Me enterado que mi árbol genealógico se remonta muchos, muchos muchísimos años atrás, y…  y de momento estoy bloqueado en esa parte de la investigación.. quizá en futuras entradas haya avanzado algo más…

El que no ha parecido bloquearse ha sido el espino.

Ya en primavera os narraba la cantidad de ramas que le brotaban y la fuerza con la que salían, con una asombrosa tendencia hacia la perpendicular adquiriendo la apariencia de los pelos de colores de la cabeza de Curro.





-¡¿Que Curro, tarao?! – que pensaran los lectores mas jóvenes que, o no vivieron, o no recuerdan el 92.

Me refiero a la mascota de la expo de Sevilla, que tenia 5 pelos punkis de colores.



Ains que tiempos  aquellos… probablemente si hubiera que volver a poner nombre a una mascota y que vaya acorde con nuestra situación actual, habría que cambiar el tiempo verbal al nombre. Si amigos, probablemente pasaría de llamarse Curro a llamarse Curraba. Y lo característico del muñeco no sería el pico y la cresta, sino una huella de zapato en el trasero de la mascota, de la marca RF (Reforma Laboral)

En cualquier caso, ese pelo de la movida Punk, no le pega mucho a nuestro arbolito…efectivamente, amigo lector, a Curro tampoco le pegaba, pero yo he venido aquí a hablar de mi libro.. digo… de mi árbol… de modo que no me quedó más remedio que bajarle un poco las ramas…

No me compliqué mucho la vida y no lo hice como el Señor Brando, de nombre Alam… Vamos, que no lo hice AlamBrando, sino que me dedique a clavar alfileres en el agrietado tronco y anudándolos con trozos de rafia los sujeté a las ramas para que hicieran la función de tensores…





El proceso lleva su tiempo, pero a cámara rápida parece que tardas lo mismo que en tomarte un café que se te está quedado frío.




Sin embargo, Las ramas no paraban de crecer, y eso me sirvió para entender aquellas fórmulas de física del cole, en las que aplicábamos una letra con un valor de aceleración fijo de 9.8. Si amigos:


¡¡¡¡He encontado el punto “g”!!!!



¿Cómo? ¡¡¡¡Hala!!!! Noooo, no, que no va por ahí.. ains que mal pensados sois todos…. El punto “g” de las fórmulas de física, no del físico, vamos la “gravedad” en aquellas fórmulas, recordad: newton, manzana…

En efecto. La gravedad comenzó a hacer acto de presencia y tuve que tomar cartas en el asunto. Si antes la rafia hacia de tensor para bajar las ramas, ahora harían exactamente lo contrario las sujetarían para que no lleguen a caer hasta el suelo.



Y de esta manera, fueron pasando los meses hasta plantarnos en otoño, momento que esperaba impaciente  para ver al árbol vestido de gala, con un traje amarillo limón que resaltara su nueva copa.

Nada mas lejos de la realidad. Las hojas fueron cayendo sin apenas cambio de color y de una  forma irregular-será por que llega el fin del mundo- pensaba.

Fuera como fuere, entró en el invierno en pelota picada, y con las ramas empezando a lignificar. 
 




Siguiente trabajo: selección de ramas, poda general y ando dudando aun si trasplantarlo o no. En principio no era mi idea, pero esta plantado en un sustrato reciclado y me da mala espina, y siendo precisamente el colmo de un espino dar mala espina,  quizá sea una buena opción trasplantarlo sin toquetear las raices. No sé, es todo tan raro… el sustrato era suficientemente bueno para aguantar hasta el fin de los siglos, pero se suponía que el fin de los siglos era hoy, y parece que la cosa aguanta… Aún tengo tiempo para pensarlo, poco, todo sea dicho, que el crataegus es de los primeros en brotar!

Lo que está claro es que se me da mejor convivir con el espino que indagar sobre mis ancestros… ¡Si es que, hay tanta gente en el mundo que cualquiera puede ser familia! no sé, quizá el señor que mencionamos antes Alam Brado sea algún pariente lejano.. pero muy lejano en vista de lo mal que se me da ese proceso…

Sed buenos, por lo menos hasta el próximo fin del mundo.


ITXE

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Historia del Fagus Sylvática -Parte 2-


Hará ya un par de meses que no escribía ninguna entrada de blog, es cierto…

-Vaya, le volvió a dar por escribir-pensará alguno de los lectores, mientras le da al icono de la X de cerrar, para inmediatamente volver a entrar en la página picado por la curiosidad de lo que viene expuesto a continuación…

¿Motivos? Personales sin trascendencia por un lado, y arbolísticamente hablando, alguna que otra decepción.  Para muestra una tecla.

-¿Tecla?-
-Perdón, quería decir botón …

Empecemos con el desarrollo de lo que la entrada en sí concierne  y dejemos de lado prólogos y excusas aburridas, que no hacen sino alargar y aburrir la entrada.


Capítulo anterior



Aaaaaaaaaaaargo se mueren erarmaaaayyyyy cuandún amigooo se vaaaaaaaa… digo... arbolitooo se vaaaaa…

Tocotó, torocotocotó tocotó, torocotocotó tocotó.


Si  amigos, pasó lo que tenía que pasar, y si pasa...

¡Efectivamente! Si pasa, se le saluda, así que:

-¡Hola, que tal!
-Bien ¿y usted?
-Pero tutéeme, hombre..
-¿Que le twitee?
-Bueno, eso también. Como cambian los tiempos, oiga, digo..oye… que cuando antes hablábamos de tutear ahora se habla de twitear…
-Ya le digo, digo.. te digo, y antes escribíamos diarios privados y ahora escribimos blogs públicos contando nuestras vivencias... bueno, todos menos tu, que te desvías del tema cosa fina...
-Uy, perdón, continuo…


Si recordáis, que raro sería así que os lo recuerdo yo, el acodo tuvo sus complicaciones, y el avance de las obras precipitaron su extracción. Así que el pobre haya no agarró.


-Uy, que bien resumido te ha quedado esta vez...-comentará gozoso ese lector que al comienzo del texto se entristecía al verme volver a coger la pluma, vamos, el teclado.
-Espérate hombre, que ahora toca desarrollar el tema.
-¡Pues que te lea otro!- contestará mientras cierra nuevamente la ventana para volverla a abrir otra vez picado por la curiosidad de lo que sigue..
-Mira, te digo una cosa… en lugar de andar cerrando y abriendo ventanas, es mejor que lo leas de un tirón y cierras rápidamente sin que nadie se entere de que has estado perdiendo el tiempo con este blog…. ¡Que sino te vas a perder por donde ibas y te va a costar más terminarlo!

A ver por donde iba yo… ah, sí…

Y el caso es que comenzó por buen camino, brotando con fuerza de las pocas yemas que tenía y extendiendo  bien las hojas.




Daba la impresión de que el árbol había agarrado. Pero nada más lejos de la realidad.

Llegado el verano, empezó a quemar las hojas. ¡Que curioso teniéndolo resguardado del sol! claro signo de árbol seco. Hasta llegar a este estado a mediados de agosto.




Momento en el que dijo aquello de: “Que me acoja Santo Tomás, que yo ya no vivo más”. Al ir de santos la cosa, yo me acordé de aquel Mártir llamado San Angulo, y con ese dato, supongo que no hace falta que os diga a donde mandé el árbol…


Me ocurrió lo que en muchas ocasiones se ha comentado ya. En primavera el árbol responde brotando de reservas ofreciendo una imagen saludable, pero una vez fundidas esas reservas, el decaimiento del árbol es imparable y a ritmo acelerado. No en vano, se puede comprobar que no emitió raíces y mantenía las mismas que sacó del acodo del año pasado, eso si, secas.



Saqué de la maceta el tronco seco y lo serré por la mitad para deshacerme de él. Y cual fue mi sorpresa al encontrarme una cantera abandonada de una vieja mina en la que no quedaba ninguno de los operarios.



Efectivamente. En algún momento de su vida, el haya necesitó ayuda psicológica, pues algo le carcomía por dentro. No se, tiene pinta de que algún coleóptero aburrido dedicó su vida a fabricar una galería de unos 25 cm de largo. Espero que el objetivo de semejante boquete no fuera el de escapar del tronco del árbol, porque sino.. ¡cuidado que trabajó en vano escarbando en sentido vertical! Benditas brújulas.

En cualquier caso, fue el final de este árbol tras casi un año de agonía. Espero en un futuro no muy lejano volver a hacerme con un haya, árbol característico de la zona en la que yo vivo, y probablemente mi especie favorita. ¿Será por la magia que han transmitido siempre sus paisajes? ¿Quizá por sus colores otoñales? ¿o por ser una especie muy utilizada en decorados de los cuentos de mi niñez?

Sea por el motivo que sea, lo que está claro es que, ahora sí, nuestro lector que cerró dos veces el blog para volver a entrar en él, ya puede pinchar a la X sin la necesidad de ver que pone debajo. Este es el final de la entrada.

Sed buenos, haya (del verbo haber) o no haya (del verbo haber) haya (fagus sylvática).


ITXE



miércoles, 12 de septiembre de 2012

Historia del Arce Buergerianum (2)


Cuando a alguien, con 3 desorbitados sueldos (primas no incluidas), le da por pensar, mientras se fuma un puro sentado en el jardín de su palacio, sobre sistemas para salir de la profunda crisis que azota el país que dice gobernar, siempre la solución que encuentra trata de ahogar hasta extremos insospechables a las clases medias y bajas. A los aficionados al bonsái que nos encontramos en esa situación, solo nos queda retroceder unos cuantos cientos de años y volver a la época del trueque para poder acceder a una más que modesta colección de árboles. Mientras, esperamos esperanzados, que ni a él, ni a ninguna de las personas que eligió para hacer ricos en los 4 años posteriores a su elección con el reparto de carteras,  vuelvan a tener una de esas geniales ideas de las que acaban en desahucios, hambre y más paro.

 

En esta ocasión, y tras una bajada de sueldo monumental, acompañada de una aplicación de un ERE más severo del que me venían imponiendo, gracias al sistema de la reforma laboral recientemente implantado “que tantos puestos de trabajo nos ha creado”, -¡jé!-,  opté por deshacerme de un lote de macetas a cambio de un arce buergenarium.

 

El nacimiento del dinero fiduciario se produjo ante la necesidad de utilizar algo que fuera mundialmente aceptado como cambio y que tuviera una medida de valor, de forma que no hubiera necesidad de negociar contrapartidas entre la parte contratante de la primera parte y la parte contratante de la segunda parte, que dirían los hermanos Marx.

 

En mi caso tuve suerte. Este año salió al mercado de valores una OPV (Oferta Pública de Venta) de un inversor que quería deshacerse de parte de sus acciones, y para acelerar la colocación de los activos, los lanzó bajo prima de emisión, contando dichas acciones con una valoración de triple A según una prestigiosa agencia de calificación. Es decir, que en un mercadillo, alguien ofreció arces tridentes a cambio de macetas usadas, y entregaba buen material a cambio de macetas clásicas de supermercado, contando además con muy buenas referencias hacia él.

 

Una vez negociado en el mercado secundario, cerramos la compra y me hice con el activo. El valor de las viejas acciones frente a las nuevas era de 8:1, o sea, 8 macetas viejas, por cada árbol nuevo.

 

La operación tardó poco tiempo en cerrarse y en tan sólo 4 días ya había recibido mi arce






a cambio de este lote de macetas

 

 
 

Fue una grata sorpresa. El valor nominal de la acción estaba muy por encima de su valor de mercado. Buena conicidad y grosor en su base. Las raíces habrá que empezarlas desde cero...
 

 
 

Pero con las características de estos arces no creo que sea un mayor problema, bien por acodo o bien por injertos, el activo irá cogiendo valor en bolsa.

 

-¿Y que dura tarea le espera para este año?-Preguntará aquél que aún no se entera cual es mi procedimiento habitual.

 

-Pues ninguna. De momento, esperaremos a que se estabilice el precio de la acción,  ante las oscilaciones no cíclicas e incontrolables. Lo planté en akadama, perlita y arena de río a partes iguales, con una capa de akadama sola en la superficie y que se haga a su nueva ubicación. Si el año que viene el mercado es más estable especularemos sobre él para intentar incrementar su valor nominal, probablemente vía nebari.

 
 

No sé si fueron las perturbaciones externas o el acoso de los mercados que aún no se habían estabilizado, pero durante los meses de marzo y abril, el precio del activo bajaba considerablemente, y su valor en el mercado se desplomaba. No brotaba.

 

¿Motivo?

 

Multitud de componentes. Lo compré un poco fuera de temporada, tuve que cortarle las raíces para poder encajarlo en la maceta de entrenamiento… El desplome seguía cayendo junto al IBEX-35, pero no arrastrado por la ponderación de los más solventes, sino por méritos propios.

 

Fue en mayo cuando empezaron a verse brotes verdes, bueno, mas bien rojos.

 

 

Hubo entonces una aceleración en ese pequeño periodo de recuperación al alza. Salieron dos largas ramas.


 


Pero el peso de las nuevas medidas quebrantaron su situación de equilibrio y se partieron, volviendo a su estado de recesión.


 

Por suerte entraba ya en un periodo cíclico propicio para la recuperación de este tipo de activos y no tardó, en los meses de julio y agosto, en subir hacia un máximo histórico: Sus ramas llegaban ya hasta el tejado de mi patio.

 

El verano, siempre es mas próspero para el empleo, y suben las contrataciones, a pesar de que este año en muy menor medida. Pero aun así, más contratación supone subida de la bolsa al generar confianza en los inversores, lo que significa mejor rating, y bajada de la prima de riesgo. Mi árbol, aprovecha esta situación para acumular ahorros y asignar así los recursos obtenidos en abono, y así obtener cierta fortaleza para la brotación del año que viene, en la que se prevé grandes recortes, sobre todo en esas ramas de mas de 2 metros. Recortes, que dependen de los otros recortes que antes os mencionaba: de esos llamados “paquete de medidas”, cuando realmente deberían llamarse: “medidas de paquetes”, en cuyo caso, tendré que verme obligado a buscar inversores dispuestos a realizar una OPA (Oferta Pública de Adquisición) para que se haga con la totalidad de mis acciones al no poder mantener los pocos activos que me quedan en unas condiciones de mercado aún más desfavorables, por mínimas que sean.
 

 

Sed buenos, ya que otros no lo son tanto.

 

 

 

ITXE

martes, 21 de agosto de 2012

Historia del Arce Buergerianum (1) -parte 2-


Capítulo anterior

Historia del Arce Buergerianum (1) -parte 1-


Pom pom pom pompóm pompóm pompóm pompóm



Sí, sí. Es difícil escribir música sin pentagramas. Pretendía ser la marcha fúnebre de Chopin.



Y es que en esta ocasión comienzo con el final. El final del arce buergeriano que os presenté aquí hace solo unos meses. Supongo que lo fácil hubiera sido no volver a hablar de él, y ojos que no ven, farola que se comen… digo...corazón que no siente. Vamos, que si no vuelvo a mentar, nadie tenía por qué pensar que el arce había muerto, bueno, lo más probable es que nadie se acordara ni de que tenía un arce. Aún así, considero necesario mostrar todos los finales, aunque esta vez, en lugar de comer perdices, comamos shushi con anisakis.

Para haceros memoria se trataba de éste:





Ya comentaba en la entrada anterior que nunca gozó de buena salud, y me gustaría no pensar que el árbol pudo ser vendido portando algún tipo de enfermedad. Con lo cual, siempre he achacado sus problemas a la poca cordura y sentido común a la hora de hacer sus trabajos, como os mostré en la historia del árbol. Era como si se retorciera de dolor, ante su sanguinario dueño, tras cada una de las escabechinas que le preparaba. Sin embargo, y a pesar de reconocer mi parte de culpa, experiencias ajenas hicieron que empezara  a centrar mi atención hacia un problema de hongos.




-Pues vuelta y vuelta con un par de huevos en la sartén con un poco de aceite y sal  y tienes un revuelto exquisito- pensará alguno que este leyendo esto hacia las 15,30h. con el estomago aún vacío.


-No, hambriento amigo, se trata de hongos imperceptibles que entran en los tejidos vivos de la planta y los va deteriorando.


-Bueno, la solución es sencilla.- me rebate el hambriento lector


-Pues no creas-le vuelvo a contestar- muchas veces tan solo somos capaces de mantenerlos parados pero finalmente terminan por matar el árbol.


-Ah, no, me refería a que mi hambre tiene fácil solución: me como un pequeño tentempié en lo que espero para comer, mientras sigo leyendo como terminas de cargarte el árbol.


-Muy gracioso tú…




En fin…leyendo casos similares y comentando el problema con aficionados expertos en la materia, la conclusión era clara. Cabía la posibilidad de que portara el temido verticillium.

Sin embargo, yo como humano que soy, pienso lo mismo cualquier persona, se encuentre en el rincón del mundo que se encuentre:



-Que va… eso solo le pasa a los demás…esto es un problema de cultivo…




Y continúe cuidándolo normalmente. Al principio aislado, del resto, y al mismo tiempo que parecía coger algo de fuerza, yo también fui cogiendo algo confianza para volver a traerlo con el resto de su pintoresca familia vegetal al final de este último invierno.

Craso error.

En primavera la brotación fue tan débil como siempre: hojas aboyadas, que poco a poco van secando.

¿Malo? No, peor.

Los dos arces que estaban alrededor, dos montpellier, empiezan a  tener las hojas con los mismos síntomas que el buergeriano del lado en el que colindan.

tanto uno





como otro




Hasta aquí hemos llegado.

Parece ser que uno de las señales significativas que presenta este tipo de hongo es una mancha en el interior del tronco que recorre parte de los anillos de crecimiento.

Así que, al ver el árbol en coma inducido, contagiando a los demás y pensando en que de todas formas cortaría ese ápice, decidí tomar medidas. Efectivamente, las medidas del tronco en la zona del ápice para saber que podadora utilizar. Conocidas las dimensiones decidí qué herramienta podadora utilizar: la única que tengo.

Llegó el día d y la hora h.

Salgo al patio erguido y decidido empuñando fuertemente una podadora perfectamente engrasada y afilada, mientras en la otra porto un sucio tubo medio vacío de pasta cicatrizante. El sentimiento del  vegetal es el mismo que el de un ser humano amarrado a una silla viendo entrar a un ser 15 veces mas grande que él armado con hachas y tiritas. El silencio reina en todo el patio. Los árboles nacidos de semilla, con apenas 3 años no logran entender como es posible que ese individuo que les sembró y aún hoy les riega, cuida y abona esté pensando en hacer semejante atrocidad. Mientras tanto, los más ancianos del lugar, recuerdan situaciones parecidas vividas en el pasado. Respiro peor. Hay menos oxígeno. Probablemente el miedo les priva de realizar correctamente la fotosíntesis.

¿Tendrá el hongo en la madera? Salgamos de dudas:

Piribiiiii   piiiii piri biri biii pi

Ah, no, que ya no hace falta escribir la música sino oírla. Veamos lo que ocurrió. Las escenas mas dramáticas son evitadas por la cámara para no herir sensibilidades.







Tras estas duras imágenes, comprobamos tristemente, que la madera está afectada. Ah sí, también, también comprobamos que la música que escribía esta vez era "tocata y fuga" de Bach. Me pregunto si alguien acertaría solo con su lectura...


Repasemos síntomas: mancha del tronco, brotación débil, hojas con forma de garra y abolladura, terminan secándose…no lo puedo decir al 100 % pero todo apunta a que era portador del temido hongo.



Una semana estuvo agonizando en un rincón. Solo. Recibiendo únicamente la visita de ciertos bichejos que, cual buitres carroñeros, no iban buscando más que ver si sacaban algo de provecho. La excesiva debilidad del árbol no pudo soportar la peligrosa intervención en la que confirmamos el peor de los augurios.


Muerte triste y solitaria de un enfermizo árbol que nunca llegó a levantar cabeza y mucho menos a mostrar el maravilloso esplendor y colorido característico de la especie.

-QPMV-


-Querrás decir QEPD: Que En Paz Descanse-Reprochará absolutamente convencido ese amigo lector que compra el periódico solo para leer las esquelas.


-No. QPMV: Que Puñetas Me Vendieron.


Supongo que comprar a distancia, con una foto pequeña,  totalmente deshojado y sin referencias del vendedor, no es la mejor manera de comprar un árbol. Bueno no es la mejor manera de comprar nada. Quizá haya aprendido la lección. O no.



-Itxe, ¿puedo decir unos palabras sobre nuestro compañero buergerianum?-interrumpe el ficus retusa, el árbol que más tiempo lleva en mi patio y siempre cerca del arce.


 -Sí, claro, pero se breve, por favor.


-Hecho. Ains, nuestro “buergue” ¿Qué decir de este arce que no sepáis?


-Muy bien, más breve imposible. Si no sabes que decir supongo que has terminado ya, ¿verdad?  Trae el teclado, que continúo. Gracias ficus.


-Jo Itxe, espera un poco-insiste el retusa- fue siempre mi compañero, siempre en mi misma estantería. Juntos hemos pasado frío y calor, risas, miedo.... Los dos sufrimos las novatadas de Itxe. Sus primeros trasplantes, sus olvidos en los riegos, sus deficientes abonados, sus pésimos alambrados… sin embargo, y a pesar de esas perrerías se esforzaba en cuidarnos...


-Bueno, bueno- salta con cierto  retintín uno de los montpellier- poco esfuerzo cuando se ha cargado a nuestro compi y  amigo.


-¡¿Será posible?!-Contesta desde lo lejos la encina- retira eso ahora mismo, ¿acaso a ti no te cuida? ¿Te falta de comer? ¿Te falta de beber?


-¡Pues no lo retiro, el arce se podía haber salvado! ¡El corte lo remato! ¡Lo ha degollado!


-¿¡Perdona?!-vuelve a responder la encina enfadada- El arce estaba sufriendo, no sujetaba ni las ramas, su muerte era inminente. ¡Y si tienes algo contra mi, sal de la maceta y dímelo a la cara!



Poco a poco, todos se van enzarzando en la discusión mientras el palmatum de dos años de edad  rompe a llorar al ver semejante tensión en el patio, hasta ahora desconocida, mientras sus lánguidas ramas se me enganchan en el polo como si estuviese abrazándome en busca de cariño y protección.



-¡Silencioooo!-grita el ficus consiguiendo que callaran todos en el acto.-

-¿Qué son esos gritos?-pregunta una vecina nerviosa mirando hacia el patio.

-Nada señora, la tele, ya sabe, los programas del corazón, todo el día gritando –a ver como explico yo a esta señora que mis árboles hablan.

-Pues bájala, hombre, que asustada he estado a puntito de llamar a la policía.

-Ahora mismo señora, y disculpe- contesto avergonzado y menos mal, a estos si que no les convencía.
 
- ¡Estaba hablando yo!-continua el ficus- A ver Montpellier, ¿De verdad crees que Itxe no nos cuida? ¿Has visto tus hojas secándose no? El “buergue” te estaba pegando sus hongos.  ¿Cuánto crees que ibas a durar si mantenemos al arce aquí entre nosotros? ¿Y cuanto crees que ibas a durar ahora si Itxe no te tratará los efectos del contagio? ¿Se te ha olvidado ya que vienes de una escombrera? ¿Quién te saco de allí? Nuestro arce estaba muy mal, iba a caer en cualquier momento. Y te lo digo yo, que he sido su compañero desde el primer día que vino, cuando tú aún no estabas aquí.

-Jo, es verdad, perdona Itxe-contesta dirigiéndose hacia mi con las hojas gachas-si es que no hablo yo… es el duelo que llevo dentro, que habla por mí… éramos tan amigos…


-Nada, nada, levanta el ánimo que aún hay que pasar el verano sanos.-le contesto.


-Ay  “buerge” -continua el retusa- parecía ayer cuando me reía de tus abolladas hojas, fruto del desconocimiento de la enfermedad que padecías. ¡cuán cruel fui! y fíjate hoy, ahí, de palo presente. Los hongos pudieron contigo. Pero amigo, tu lugar nunca será ocupado por ninguna otra planta, y no solo porque Itxe haya aprovechado para colocar la regadera, sino porque siempre estarás en el corazón de nuestro fino tronco. Gracias por estos minutos, Itxe, ya puedes proceder al desentierro.


Y es que es así. Paradójicamente cuando un árbol muere lo desenterramos en lugar de enterrarlo, así que tras su triste desentierro toca  centrarse en el buergerianum aragonés. Que no es que se parezca al conocido entrenador de futbol, sino que llegó a casa desde Aragón a principios de año. En futuras entradas quizá os lo presente.


En cuanto a los dos monspessulanum, aplicación de fungicida y a esperar que no se instale el hongo en su interior. De momento parece que no ha ido a mas, o sea, a menos… vamos, que el árbol no va a menos porque la infección no va a mas. al menos no veo ningún síntoma mas. Explicado queda.. mas o menos.


Sed buenos, ni más ni menos.





ITXE

miércoles, 1 de agosto de 2012

Entrada número 20-Momento de reflexión-


No es de extrañar que existan artículos, tesis y publicaciones sobre las preferencias del consumidor, porque realmente es un fenómeno digno de estudio. Ya son 20 entradas escritas, y cada vez son más los lectores, muchas veces anónimos u ocultos, que me dicen cosas como:



-Estás loco, tío.

-Joe, Itxe, estás como una chota.



Opinando, además, que son artículos largos:



-Itxe, te enrollas más que un político por no pronunciar la palabra rescate.



Y la gran mayoría llegan a la misma conclusión:



-Algún día deberías probar con una entrada que fuera cuerda y corta.



Cuerda y corta… ¡Y luego el demente soy yo!


En fin, como estamos para servir y el pueblo ha hablado he aquí vuestra petición.








No sé si queriais una cuerda más corta o está bien así… En cualquier caso, y a pesar de seguir el consejo de las extrañas preferencias del lector, no creo que un blog dedicado al bonsái tenga que tener entradas de sogas, cuerdas y cordeles. A juzgar por esas preferencias, el desvarío parece habitar en el lector en lugar del narrador.


Para disipar la incertidumbre de sobre que lado del tejado está la pelota del delirio, haremos un estudio sobre las particularidades del consumidor. Pare ello, emplearemos la herramienta de análisis sobre el nivel de utilidad mediante las curvas de preferencia.


Tomada la primera muestra poblacional se ha dividido a los lectores en 3 subgrupos.


Por un lado se encuentran los lectores asiduos, frecuentes y caracterizados por tener grandes bonsáis.



-Si son grandes dejarían de llamarse bonsáis- pensará aquel lector que no leyó la última entrada del mes pasado referente a la taxonomía del bonsái según tamaño.



En este caso, la acepción de “grandes” iba referido a importantes, buenos, muy trabajados, de exposición…


Este primer grupo, para que acepte una unidad adicional de entrada de una “cuerda corta”, debe de ser compensado con unidades de entradas de “bonsái” mas técnicas y trabajadas. Por tanto, la pendiente de la curva de indiferencia sería positiva, puesto que las entradas referentes a una  “cuerda corta” serían consideradas como un mal.






Por otro lado,  se encuentran aquellos que aún dentro del mundo del bonsái, entran con la idea de pasar un rato divertido... bueno, vale, dejémoslo en entretenido.



-¿Cuál es el perfil de este subgrupo?-pregunta dudoso el lector que no sabe en cual incluirse.


-Cualquier perfil puede incluirse en cualquier grupo, amigo lector. Ya sea perfil narigudo, chato, con barriga, delgadito…


-Itxe, yo también empiezo a pensar que estas algo tarado…me refiero a sus preferencias.


-Ah, pues explícate, hombre… a exponerlo iba…



Sus preferencias son los arbolitos, que duda cabe, pero si alguna entrada trata sobre una cuerda, preferentemente corta, tampoco se sienten decepcionados. Sin embargo, cuanto más se hable de “bonsái” existirá más satisfacción, sin sentir la necesidad de desarrollar una entrada de la famosa “cuerda corta”. Esa neutralidad formará la gráfica de la siguiente manera.







Al final, se encuentran aquellos lectores, que aún siendo ajenos al mundo del bonsái, han descubierto este blog, que independientemente del tema que se trate, entran a leer  estas disparatadas entradas y pasar así esa tarde lluviosa de un domingo cualquiera, es decir, su utilidad depende la cantidad de lectura, independientemente de que se hable de “bonsái” o de una “cuerda corta” . En este caso la curva de indiferencia queda representada en su forma clásica, moviéndose libremente a lo largo de dicha curva en función de cada lector.





Analizando las tres curvas unidas en un solo gráfico y con una línea a 45º de referencia (en color rojo), podemos aclarar a dónde vamos a parar.





-¿Analizar? ¿¡Me vas a hacer pensar e interpretar resultados!?-exclama asustado ese lector  recién levantado de la siesta.



Tranquilos todos. Según el estudio empírico sobre su análisis morfológico y no matemático que nada tendría que ver en la materia que nos compete, la conclusión es plenamente esclarecedora. La unión de los tres tipos de preferencias y adheridas por los vértices AA, BB y CC formarían una punta de flecha orientada hacia abajo (zona roja de la siguiente gráfica) dando a entender que las entradas referidas a una “cuerda corta” son no solo irrelevantes sino que  incluso contraproducentes.




Ceñidos pues a los resultados obtenidos, podemos desarrollar 2 conclusiones:


 
Primera: Las entradas referidas a una “cuerda corta” carecen de interés y no aportan nada a nuestros amigos lectores, es mas, existe un número de personas opuestas a este tipo de publicaciónes. Por tanto, primera y probablemente última vez que se trata este tema, aun existiendo peticiones informales que parecen ser la inmensa minoría, si es que una minoría pudiera ser inmensa.


Segunda: el 73,8889%... vaya hombre, contigo el porcentaje cambia. Ahora es el 73.8999% de los lectores que empezaron a leer esta entrada no la terminaron por aburrida, lo que refuerza mi teoría de que un mínimo de delirio es un aliciente añadido e indispensable para la lectura de textos insustanciales como los hasta ahora publicados. A su vez, un 6,36% no comenzó la lectura al no encontrar ningún elemento gráfico relacionado con el bonsái.


Con lo cual, y tras analizar los resultados y conclusiones obtenidas con el estudio gráfico en el que finalmente obteníamos una punta de flecha apuntando hacia abajo, la línea editorial del blog continúa siendo la misma hasta que muera, preferentemente por falta de ideas y no de árboles. Hasta que muera el blog, no el narrador, en cuyo caso me llevaría la peor parte. Aunque creo poder estar en condiciones de decir que soy perpetuo al demostrar cada día que no muero…



-Puf… ¿Algún psiquiatra por ahí? Creo que tenéis razón, el chiflado soy yo, y empeoro por momentos.



Gracias por aguantarme 20 disparatadas lecturas.



 

Sed preferentemente buenos.





 

ITXE

jueves, 19 de julio de 2012

Clasificación por tamaño de los bonsáis.



Comenzaré esta entrada haciendo una pequeña petición:


-¡Que levante la mano el que conozca el nombre que corresponde a cada tamaño de bonsái!


¡Increíble! Estadísticamente el 100% de las personas lo desconoce, ninguno de vosotros ha levantado la mano.


Probablemente muchos habréis tenido un libro, donde hablaba sobre este tema, pero casi todos habéis decidido hojearlo en lugar de ojearlo, vamos, pasar las hojas en lugar del ojo. Y aquí es donde entro yo. El que quiera leer esta entrada no tiene más remedio que enterarse de cuales son las medidas de bonsái con su denominación:



-Si es que…yo he intentado leerlo, pero ese baile de números y dimensiones me lía y ya no me hago a la idea.- pensará alguno de los lectores.



No hay problema. Utilizaré, cual portal de compraventa de árboles, algo para comparar el tamaño.


Ese es mi primer dilema… ¿Con qué contrastar las medidas? tiene que ser algo que todos conozcáis.


Bien, llegado a este punto hay 2 cosas que todos sabemos: la primera es que van a poner IVA por las nubes y la segunda es la estatura de un Gnomo.



-Eh, eh… para, para… -Interrumpe uno de nuestros lectores- Yo eso no lo sé.

-¿No? Pues serás de los pocos que aún no se han enterado-contesto- Fíjate que incluso algunos servicios importantes para la higiene, como las peluquerías, pasan a recaudar del 8% al 21% de IVA. Te explico por encima: el IVA reducido pasa de…

-A ver Itxe –Me vuelve a interrumpir presionando la tecla de ESC- que lo que no se es lo que mide un Gnomo.

-Ah, perdón, perdón.



Quizá di por hecho que todo el mundo vivió su infancia a la vez que yo inundados con esos dibujos y su colección de cromos,  que siempre salían repetidos. Aunque en la programación televisiva no había mucho mas para elegir, o veías lo que echaban o cambiabas de canal para ver la famosa “nieve” de las teles sin sintonizar de antaño. Hoy, con una media de 100 canales de televisión por hogar vemos que la cosa no ha cambiado y tras un zappeo de minuto y medio llegamos a la misma conclusión que llegaban nuestros padres o abuelos en aquel entonces: no hay nada en la tele.



-Los Gnomos, tienen una altura de 15cm, amigo lector, a pesar de que las nuevas reposiciones en formato panorámico aplasten la imagen y parezca que miden un centímetro menos de su estatura real y siendo una de sus frases: “nadie es mejor por ser más grande” creo que viene al pelo utilizarlo como comparativa para la taxonomía de tamaños de bonsái.




Y sin más dilación televisiva ni perturbadas divagaciones, comenzamos la clasificación con el más pequeño y no por ello menos importantes de la lista de tamaños.



Shito o Keshitsubu (hasta 5 cm)




Llega algo menos que a la cintura de nuestros personajillos de caperuzo rojo. Incluso para ellos seria del tamaño de un pequeño arbusto.

Son muy delicados y difíciles de mantener  y modelar, pero buena opción para aquellos que no posean mucho sitio en sus ventanas.



Mame (5cm-12cm.)



El mame es un arbolito que en ninguno de los casos mide mas que un Gnomo. Estos seres con barba, acostumbran a vivir bajo los árboles. Como veréis, estos árboles no valen ni para hacerse un apartamento.



-Hombre, siempre podría utilizarlo para hacerse una plaza de garaje.-pensará alguno que desconozca a estos individuos.



Resulta que su medio de transporte terrestre es un Zorro, así que si no hay sitio para un Gnomo, imaginad para meter semejante cuadrúpedo.


Para el cultivo de los mame, hay que tener la habilidad de poder transmitir en pocos centímetros, el esplendor natural del árbol, limitado a pocas ramas y pequeño tamaño de las hojas. Su mantenimiento es sacrificado al contar con un contenedor que puede ser incuso del tamaño de una bota de Gnomo lo que da lugar a que se seque el  sustrato simplemente en el tiempo que tardas en volver a llenar la regadera. Al igual que los Shito, es buena solución para los aficionados que estén de espacio.







Komono (12m-20cm)



Son Algo más grandes que la altura de un gnomo.


Es más sencillo controlar el riego que en un mame, si bien en verano puede ser también una agonía.


El aficionado que pretenda utilizar este tamaño de bonsái debe de disponer ya de algo de poyete en sus ventanas para su ubicación.




Katade-Mochi (20cm -40cm)



Podría tener un tamaño ideal para hacer un columpio para Gnomos.


Junto al anterior, es el tamaño que mas habitualmente se encuentra en grandes superficies comerciales, Son mas fáciles de trabajar que los anteriores, pero es aconsejable emplear especies de hoja pequeña o que tengan mucha capacidad de ser reducidas. Buen tamaño para los que no poseen balcones pero si amplias ventanas.




Chumono (40cm - 90cm)




Aunque en un inglés un tanto macarrónico pueda significar 2 monos (two mono), no son tan grandes como dos chimpancés, abarcaría aproximadamente lo mismo que un casteller de Gnomos de 9 pisos.




-¿9 pisos? Imposible-comentará el más incrédulo de nuestros lectores- si la máxima medida encajada con esta nomenclatura son 90 cm. teniendo en cuenta que cada Gnomo mide 15 cm. La división es exacta y sale a una torre de 6 Gnomos.



Tenga en cuenta el lector, que cada piso del casteller esta apoyado en el hombro de los del piso de abajo, teniendo en cuenta que además hay que quitarle el capirote, para que no se pinchen el culo unos a otros. Con lo cual, perdiendo unos 5 cm por piso en la altura de la construcción sumarían un total de 9 pisos.


Y sí, efectivamente, en el dibujo de arriba no aparece el árbol al lado de un casteller de Gnomos, pero evaluando la situación con el personaje del capirote, ni yo tenia ganas de dibujar a decenas de gnomos ni él tenía ganas de subirse encima de nadie, así que he dibujado solo uno para la comparativa y lo he hecho echando la siesta contra el árbol a petición del Gnomo.


Estas medidas quizá sean las más extendida entre los aficionados. No son muy aptos para aquellos que solo dispongan de ventanas, pero ideal para los que tengan balcones en sus viviendas.




Omono (90cm - 130cm)



El Omono tiene la suficiente altura para que un Gnomo pueda practicar el puenting, teniendo siempre la precaución de tener en cuenta a la hora de calcular la longitud de la cuerda tanto la medida del capirote como de la maceta, es decir, que no se mida el arbol desde el contenedor sino desde el comienzo del nebari.


Quizá un balcón le quede pequeño y haya que disponer de un patio o terraza algo mayor para cultivar este tipo de bonsái.


Para su traslado hace falta por lo menos dos personas dada las dimensiones y el peso que adquiere, salvo que seas 7 veces más fuerte que yo.


-¿Entonces los Gnomos que presumen de serlo podrían transportarlos solos?




La respuesta es negativa. Si son 7 veces más fuertes que nosotros, pero a su vez son 12 veces más pequeños, en proporción tienen menos fuerza. Así que para cargar un ejemplar de esta categoría harían falta quizá 4 pequeños personajillos.




Hachi-Uye (mayor de 130cm)



Existen ciertas discusiones sobre si se puede denominar bonsái o no a este tipo de árbol.


En esta categoría podría empezar a ser empleado como vivienda para un Gnomo, o quizá pequeño apartamento.


Son árboles modelados como bonsái que suelen ubicarse en jardines metidos en contenedores acordes a su tamaño.


Lógicamente es necesario disponer de un sitio amplio para su cultivo.



¿Veis qué fácil? Ya hemos aprendido una cosa más


¿Cómo que tu no? ¿que ya lo sabías? ¿Y se puede saber por qué no levantaste la mano cuando pregunte sobre  la taxonomía de los bonsáis?


No, si va a resultar que yo lo conocíais todos. Bueno, lo que quizá no sepáis y yo por si acaso os lo comento es que de ninguna manera los Gnomos pueden considerarse plaga para nuestros bonsáis, si bien y como hemos podido ver en  la clasificación, normalmente estos minadores solo perforan las maderas de los árboles mas grandes. Añadir también, que después de 400 años, no mueren, sino que se convierten en árboles. Quién sabe, lo mismo ese pequeño bonsái que tienes en tu ventana fue un Gnomo en una vida anterior. Por si acaso, ¡Cuídalo!




Sed buenos,  Slitz bai.




ITXE


viernes, 13 de julio de 2012

Historia del Arce Campestre


Este arce, como prácticamente todos arbolitos que tengo, lleva conmigo 2 años.



-¡Qué casualidad!- pensará el amigo lector…



Yo creo que las casualidades solo existen si las buscas. En mi caso es evidente. Casi todos mis árboles provienen de unas obras, de las que ya os hablé, al lado del pabellón industrial donde trabajo. No son recuperaciones de una forma estricta, pues realmente los extraigo de entre los montones de escombros, buscando alguna especie en particular de la que sí tengo constancia que allí habitaba.


-¡Que buena idea!- exclama uno de los lectores, por lo que veo, de Lugo - ¡Me voy corriendo a dar una vuelta por las obras de algún lugar cercano para ver que es lo que encuentro!


¿Pero a dónde va el lucense?



-Ey, eyyyy, fiuiiiiiiiii  ¡¡¡¡vuelve, vuelve!!!!



Es curioso lo enrevesados que somos con el vocablo. El gentilicio de un habitante de Lugo no es lugareño, aunque pueda inducir a error por su parecido fonético, sino lucense, y sin embargo un habitante lucense, si sería un lugareño. ¿No sería más fácil, entonces, proponer “lugareño” como gentilicio de Lugo?


Aunque, de este modo, cualquier habitante de cualquier municipio, al ser también un lugareño, pasaría a ser de Lugo. Abarcaría tanta extensión que incluso el gordo de la lotería de navidad y todas las pedreas siempre tocarían en Lugo. Cosa que no sería de extrañar, porque todos lo cupones fueron también vendidos allí, o aquí, o qué se yo dónde…huy, huy... mejor dejemos las cosas como están, que bastante complejos son ya los gentilicios tal y como los conocemos ahora. Fijaros sino en Dos Hermanas (Sevilla), su gentilicio: Nazarenos, al igual que los que salen en las procesiones de Semana Santa. ¿Significa eso que los que salen en las procesiones son los habitantes de Dos Hermanas? Y entonces, ¿Los habitantes de la ciudad de Nazareth se llamarán Dos Hermanacenses? Y sobre todo ¿Qué os estaba contando?


Ah, sí. Llamaba a nuestro amigo lugareño… digo… lucense que salía corriendo a buscar árboles entre los escombros de alguna obra.




-¿Es a mí?- pregunta extrañado nuestro lector.

-Si, si, a ti. Disculpa las maneras, pero es que no se tu nombre y te veía salir tan decidido…- le contesto.

-Me llamo Luciano. Es que me ha parecido buena idea la de obtener un árbol que hayan levantando de alguna obra.

-Ya, pero sabes que no es oro todo lo que reluce ¿verdad? Un ñordo de perro con descomposición recién depositado también brilla, y no deja de ser mierda.

-¿A dónde quieres llegar, tío marrano?

-A presidente de gobierno, pero soy demasiado honrado para meterme en política.

-Me refería con la expresión soez que me comentabas antes.

-Ah, sí… es que veía las noticias y  claro...  perdona… Con eso pretendía avisarte de que eso no es como ir a un supermercado y exigir un producto que cumpla un mínimo de características. Lo normal es no encontrar algo que pueda valerte siquiera como prebonsái. Lo más común es toparte con largos troncos completamente rectos sin ramificación ninguna en la zona baja, con heridas en la corteza por ser derruidos con máquinas excavadoras y con pocas o ninguna raíz que probablemente lleven al aire quizá días. Árboles, por tanto, que probablemente no agarrarán.

-Hombre, Itxe -Me replica nuestro amigo- no soy muy exigente en cuanto a las características del bonsái, y agarrar… casualmente a ti siempre te agarran. Lo veo en tus entradas de blog.

-Pero bueno, ¿No habíamos quedado en que las casualidades solo existen si las buscas? Estas recuperaciones no siempre viven, eso ocurre en contadas ocasiones y siempre en el mejor de los casos. Lo normal es que estos tocones no lleguen a brotar, o si lo hacen que sea con las reservas que tenga acumuladas y sin echar nada de raíz para secarse una vez se hayan comido todos sus recursos.

-Entonces lo que tú escribes…

-Yo escribo los presuntos éxitos, porque tienen un “continuará”, pero muchas veces, lo obtenido de entre los escombros son palos secos que llevaban ya tiempo al aire. Me alegro que saques el tema, porque creo importante también hacer saber que este sistema de recuperación, aunque no hace ningún tipo de daño natural, si puede hacer daño a nuestra espalda, lumbares, cervicales… sin obtener nada a cambio, porque la operación no ha acabado en éxito. Además tiene el inconveniente de que al llevártelo, estará ocupando un espacio precioso durante unos meses, esperando a que brote ese palo seco que has pinchado con la ilusión de que aún estuviera vivo.

-Ahm, pues se me están quitando las prisas por ir, Itxe…

-Mira le historia de éste arce y luego me cuentas.




Era mayo de 2011 cuando llegó a casa. Las raíces eran tan escasas como su potencial como bonsái.





Como veis no es más que un tocón sin ninguna gracia con una profusa herida que recorre todo lo largo del tronco principal, algo que no necesariamente es un impedimento.


Como viene siendo clásico en estas operaciones, las raíces son más que escasas y las pocas que quedan están aparentemente deshidratadas. Fueron probablemente las ganas de tener un arce campestre las que me llevaron a cortar esa base y llevármelo para casa.



-¿Y que potencial tiene ese palo?-se estará preguntando nuestro amigo lucense Luciano, lugareño de Lugo.



¿Potencial? Si a potencial nos referimos a la potencia que pueda adquirir al ser golpeado contra algo, mucho: es un madero largo, gordo y duro. Si potencial va referido a la capacidad para ser orientado hacia un futuro diseño, ninguno: es un madero largo, gordo y duro. Conclusión: tenemos un madero largo, gordo y duro.


El objetivo que nos planteamos es que llegue a sacar alguna hoja. Estamos en el mes de mayo y los árboles están ya brotadísimos. Parece un tanto incoherente y absurdo pensar en qué camino voy a tomar en el futuro si en el presente solo tenemos un trozo de madera con la base enterrada en una maceta. En cualquier caso, es una especie medianamente rápida en crecimiento y brota bien de madera vieja. Si llegara a sobrevivir, no creo que hubiera problemas en orientar algún diseño en el futuro.


No tardó más que un par de semanas en exteriorizar sus primeras señales de vida.





Los brotes eran largos, delgados y debiluchos, como no podía ser de otra manera





Pero un mes más tarde ya comenzó a entender que ese sería su nuevo lugar de vida y parece que optaba por seguir viviendo.






El verano y el otoño los pasó sin ningún síntoma de debilidad. Y llegó al invierno de esta manera.




Parece que después de todo no le fue tan mal el año, sin embargo, si nos acercamos a la zona del corte.



¿Pero qué es esto? ¿Le ha salido una verruga cual nariz de bruja de cuento?


Aparentemente algún hongo aprovechó la debilidad inicial del árbol para atacarlo, probablemente ayudado por una mala aplicación de la pasta cicatrizante.


¿Y ante esta tesitura que hacer?


Eliminar la zona afectada, evidentemente. Aprovecharemos para cortar a ras de la rama que formaremos como ápice, por la raya amarilla de la foto.




-¿Seguro que la continuación del tronco principal la quieres tan arriba?- preguntará luego desde Lugo el lugareño lucense Luciano.



Si y no. En principio me gustaría experimentar como responde la cicatrización de un corte de gran calibre con una continuación de ápice de una rama de un año. En función de los resultados. Tengo dos opciones.


La primera es que  el árbol responda haciendo una continuación de ápice creíble y cree un labio de cicatrización sin problemas. En este caso, el paso que daré será acodar justo donde empieza la cicatriz del tronco, para que en el futuro quede en la zona del tachiagari y dé reflejo de un árbol castigado con el  paso del tiempo.


Si no comienza a cicatrizar o desentona mucho el ápice respecto al tronco, tomaré una segunda opción, que será la de dejar crecer algunos años una rama por debajo de la cicatriz para que en el futuro sea el nuevo ápice y cuando gane algo de grosor repetiré la operación del corte.


Bueno, repetirla… Mejor cambiarla, porque me costó lo suyo cortar a ras de las ramas sin dañarlas. Quizá es que no dispongo de herramientas suficientes, no se, tal vez el problema sea mi ignorancia sobre el tema, o quizá la falta de destreza. Probablemente sea un poco de todo, pero lo cierto es que no veía la forma de pasar la sierra sin rozar las ramas. Probé con dos tipos de sierra, probé a bajar las ramas con cinta adhesiva, probé a tomar el sol sin protección y me quemé (aunque esto no viene a cuento)… y no encontré ningún método cómodo para proceder. A continuación os enseño un video demostrativo de lo sucedido



Como habéis visto, tras realizar el corte tuve que seguir limpiando la madera. Porque aún en esa zona, estaba dañada. Ésta es la superficie del corte en el trozo sobrante.





-Itxe, un momento- Me interrumpe Luciano

-¡Hombre, cuantas líneas sin hablar!, se te echaba de menos.. .

-¿Podrías dejar de escribir un minutillo, en lo que me hago un café?

-Luciano ¿Estas de broma? Que esto no es una película que hay que dar al "pause"… yo  lo dejo escrito y ya lo leerás cuando vuelvas…

-Ah claro, perdón, perdón, continúa…





En fin... por dónde iba yo… ah, eso... Un mal procedimiento en el corte, como es lógico, se tradujo en un trabajo malo, y el árbol se movió más de la cuenta en la maceta, así que tuve que adelantar un año la idea del trasplante.




Como habréis visto en la foto de arriba, parece que el árbol agarró bien, y desarrolló raíces de lo que era un palo pelado. Así que, sin mucha demora, se coloca en su nueva ubicación con un sustrato a base de akadama, perlita y arena de rió a partes iguales y a descansar hasta primavera, el árbol, no yo, que estaba muerto de sueño con todo este ajetreo en tiempos de hibernación… en este caso tanto el árbol como yo .


Al final el arce cogió este aspecto. Las ramas que salen mas bajas he optado por no quitarlas con la idea de que contribuyan a engrosar la zona del futuro tachiagari. El tema de las cicatrices que puedan crear no me preocupa en exceso, como comentaba, me interesa que parezca un árbol castigado por el tiempo.




Era marzo de este año cuando al campestre se le empezaron a hinchar los… ¡los puntos de brotación, mal pensados!





Y olvidado de la catástrofe que vivió hace 2 años en aquel lugar que le vio nacer, hoy, crece con alegría siendo este su look actual.





-Me has liado, Itxe- comenta poco lúcido el lucense lugareño de Lugo Lúcio- no se si interpretar que ha sido una recuperación con éxito y que ha merecido la pena por su futuro potencial o si pensar que ha sobrevivido pero ahora te encuentras con un palo largo, recto y sin gracia del que no puedes sacar partido.

-Amigo lector, eso es interpretación de cada uno. El camino es largo y yo he encontrado 2 posibles soluciones en cuanto a su diseño. El árbol se ve fuerte, pero necesita tiempo. Tiempo del que se puede disfrutar o no según tus pretensiones en el bonsái. Solo pretendía hacerte ver que no es normal encontrar entre escombros un árbol con potencial y estructura ya definida. Pero quien sabe…

-Entonces ¿voy o no voy?

-Mi consejo es que si no tenías echado el ojo a ninguna obra, lo dejes pasar de momento hasta que llegue una época propicia para yamadori, en la que los árboles se encuentren pocas semanas antes de la brotación primaveral. Obras hay todo el año, mientras tanto te lo vas pensando y vas ojeando zonas que vayan a levantar.

-Ya, ¿Y el resto del tiempo que me sobra a qué lo dedico?

-¡Hombre, a leer este blog!

-¡Pero si contigo no aprendo nada!

-Eso es verdad… pero a lo tonto echas la tarde…A las pruebas me remito. Anda que no es grande y tiene contenidos interesantes internet: noticias, actualidad, enciclopedias, inventos, descubrimiento, ciencia, películas… y fíjate, tú has elegido leer la historia de un palo.

-De palos va la cosa, Itxe. Ayer leía en la prensa que el gobierno nos pegaba el palo a los ciudadanos, mientras, manifestantes y policía se daban palos en Sol, y a mi todo esto también me da palo.

-¿Sol? Eso me recuerda que quería bajar a la playa...

-Por cierto ¿De qué iba esta entrada, Itxe?

-De palos de regaliz, creo…

-Ahm, pues que te sepa muy rico, buenas tardes.

-Se bueno, Luciano.




Y vosotros también.



Sed buenos, o intentadlo, aunque nos den el palo del siglo.





ITXE