domingo, 8 de enero de 2012

Historia del Quercus Ilex

Marzo de 2010. Primera semana. Me dispongo a ir a trabajar como cada mañana... ahhhhmmm.. ñam, ñam, ñam.. ¡Qué sueño! Si es que las 6 de la mañana no son horas. Voy llegando a mi empresa, perdón, a la empresa en la que trabajo. Esta situada en zona montañosa. Al lado están levantando el suelo para construir más pabellones industriales. Lógicamente, caen los árboles como moscas. ¿A ver que han levantado hoy? Nada, tengo los ojos como espinete… no veo nada... además, ¡Qué carajo! Aún es de noche… ¡Hale, al tajo!

FuuuUUIIIIIIIIIIIIIIUUuuu  ¡Suena la sirena! ¿De entrada o de salida?  De salida ¿Ya? Pues sí, es curioso, ahí metido el tiempo no pasa tan rápido.

Habiendo cumplido por hoy me dirijo al autobús de la empresa para volver a casa… un momento… ¿Qué hago? ¡Si vine en coche para ver qué es lo que habían levantado!

¡Es cierto! ains… me dirijo al coche… y avanzo los 500 metros que separan mi auto de las obras…

Los operarios se han ido a comer, buen momento para buscar entre los escombros… a ver a ver… cuanta roca…y cuanto verde. Hay montón de arboles tirados. Predominan las encinas. ¡Que texturas en las ramas! Mira ésta por ejemplo: Ni una sola hoja, unos 10 cm. de largo por un diámetro de 4 cm. Por el tamaño no parece de un árbol viejo, sin embargo su color marrón destaca sobre su textura cuarteada. A ver que lo coja para analizarlo… uy... caliente al tacto… ¡¡¡Ains, que ascazo!!! ¡¡¡Es un chorongo de perro!  

A ver que mas tenemos por aquí… vaya... como imaginaba,  es una zona donde los árboles crecían mucho en altura, con lo cual, no encontraremos nada con un gran potencial. Sin embargo, tropiezo con una encina que se han llevado por delante y han destrozado su pivotante. Es un pedazo de osobuco de mil pares de narices, pero con bonita textura y color... a ver… demasiado largo para ser una moñiga de animal, puedo tocarlo. Tiene una pequeña curvatura, pero ninguna rama baja. ¡Por lo menos no es un palo recto! Y hay algo de conicidad…

 ¡Intentémoslo!

Me dirijo nuevamente al coche cuando escucho ese  extraño ruido: Grrrrsgggg. ¿Han vuelto los trabajadores de la obra? ¿Estoy rayando el coche con algo?.. que va…¡es mi estomago! ¡Que son las 15.30h. y aun no he comido!

Saco del maletero una sierra plegable. En ese momento ya no se oyen ni a los grillos. Hasta el más pequeño de los insectos huye despavorido ante la terrorífica imagen de un hombre  hambriento empuñando un arma…

Me apresuro a cortar la zona baja. Cargo al maletero y me planto en casa con esto.


Observo que aún queda un cacho de la pivotante. Se lo corto, igual que corto también un trozo de la punta del tocón. De perdidos al río.



A penas tiene raíces, e ignoro el tiempo que ha estado fuera de la tierra, pero a lo hecho pecho.

Preparo sustrato. Tengo: volcánica, perlita, akadama, fibra de coco… ¿Que mezcla es la óptima? Pues va a ser que me voy a hacer una porrusalda con todo. De lo contrario no hay forma de llenar la maceta. Anda que estaba yo preparado... Añado también micorrizas.

Queda tal que así:



Y a partir de ahora a esperar.

Pasa el mes de marzo y no hay señales de vida. Malo…

Pasa abril. Uyuyuyyyy...que este cachalote no es más que un madero seco… ¡Que no quiere brotar! ¿Que hago yo ahora? ¿Esculpir sobre él y así aprovecho la madera para algo?
¡Idea!
Voy a ponerle una bolsa negra tapándolo. He leído por ahí que con otras especies funciona.
 Al mantener la humedad  y quitarle luz, el árbol fuerza una nueva brotación. ¿Qué podemos perder?

Pues aparentemente el tiempo. Hemos entrado en mayo y después de 15 días tapado no da signos de movimiento. Quito el plástico y valoro… ¿Es momento de darlo por perdido?
Esperaré un mes más. Si no hay movimiento ya sabe lo que le toca: “patada-culo-ventana-patio”.
Entramos en junio. Barajo la posibilidad de avisar al arzobispado porque ha ocurrido un milagro. ¡Brotes verdes surgen de la vieja madera creando un extraño aunque precioso contraste!



Increíble. Sacado de los escombros, sin apenas raíces, en un sustrato compuesto por un poquito de todo, y después de 4 meses… el palo ha brotado. ¡Bien!

¿Bien?, bueno, digamos que mal no… Parece ser que las encinas pueden vivir un ciclo entero de vida sin haber echado una sola raíz, es decir, esto no me garantiza que el árbol haya agarrado.

En cualquier caso crece a buen ritmo, y lo que era esto

Después de un mes era esto otro

Para convertirse en esto poco más adelante

No apunta malas maneras…
Nos adentramos en diciembre…  que ramas más largas. Las bajo ya o me olvido de ellas. Hago una pequeña selección y dejo dos en cada punto de brotación, que nunca se sabe si van a aguantar. No corto las ramas bajas aunque sobrarían para cualquier diseño que se precie ¿Cómo que por qué? De este modo contribuyo a que siga tirando de raíces, que nos interesa  asegurarnos el agarre.
Hale, ya tengo leña para la chimenea...

Estaba yo pensando... ¿Qué chimenea? ¡Si en mi piso no hay de eso! esto no vale ni para una ensalada!.. en fin.. a ver si por lo menos para adornar el Belén...

El caso es que entre una cosa y otra el árbol queda de la siguiente manera..


Vaya meneo… Ya solo queda esperar a la primavera siguiente.. ¿Qué pasará?
Que curioso esto de la escritura. Resulta que en la línea anterior estaba muerto de frio, era diciembre, de 2010 y ahora escribo tan pancho. Estoy en abril de 2011.

Bueno, la cosa es que los árboles de alrededor han brotado y este continúa como lo deje. No me preocupa demasiado. Es sabido que los quercus brotan algo más tarde que muchas otras especies. A ver que pasa en mayo...

¿Pero esto qué es?¿En mayo tampoco me vas a brotar, hija de mi vida?
Pues parece ser que no. ¿Tan mal le ha sentado la pelada que le metí? ¿O quizá es por haber bajado las ramas? ¡Pero si tuve la precaución de levantar las puntas para que no pierda fuerza la rama...! en fin... a ver que pasa en junio.
Pues como diría la ley de Murphy: “si algo puede ir a peor, irá a peor”. Esto es, hemos entrado en junio y el árbol sigue parado. Me queda el consuelo de que no ha secado las hojas del año pasado. Me temo que ha pasado lo que comentábamos más arriba. La encina es capaz de brotar sin tener una sola raíz y aguantar así un ciclo vegetativo entero. Hermanos, démosle  el último adiós a éste nuestro ser querido.
¡¡¡¡Tomaaaaaaaa!!!! Entra agosto y con él tiramos por los suelos aquella otra ley de Murphy que dice: “si algo puede salir mal, saldrá mal”.   ¡El árbol se mueve! Bueno, más bien se mueven los brotes. El árbol sigue en su esquina de siempre…¡Que te zurzan, Mr. Murphy!

Y ya lo coge con ganas. Un alivio. Parece que esta temporada también la quiere aguantar. Este es el aspecto que presenta en octubre de 2011.


Se le ve fuertecito. Puedo empezar a pensar que su recuperación ha sido tan exitosa como milagrosa.

Por ello, puedo ya plantearme un diseño real para marcar un camino a recorrer a lo largo de estos años venideros. Las ramas salen bastante paralelas unas a otras lo que me obligará a inclinar el árbol más de lo que tenía pensado al principio para intentar desnivelar ese paralelismo, a la vez que bajará la segunda rama de la derecha que queda muy arriba y desentonará cuando arregle el corte que continúa con el nuevo ápice. Ese corte al principio pensaba trabajarlo como madera muerta, pero a día de hoy prefiero cortar a ras y limpiar la herida para que intente cicatrizar, al fin y al cabo, quedan aún muchos años de formación. En su defecto, pegaré con cola cachos de corteza para intentar disimularlo ¿Motivo? El problema es que ese pedazo de corte queda en el frente que he decidido en el diseño. Más o menos vendría  a ser algo así:



Una vez construido el camino comenzamos a andar por él... soltamos los alambres del año pasado.

¡Vaya! Se empezaban a marcar. Mal sistema..¿Y qué hago si no alambro?
Probaremos un nuevo sistema. Clavaremos cañas de bambú que harán de guía y sujeción a las ramas. Esta vez sí corto las más bajas que sobran en el diseño ya definido. Sin embargo sigo dejando dos ramas en cada punto de brotación del tronco. Realmente no tengo claro si finalmente lo dejaré así o no. Me salgo un poco de las normas, pero mi objetivo es densificar el árbol, así que mantenerlo o no dependerá de la capacidad tanto mía como del árbol en ramificar. Por ahora buen alimento y a engordar un poquito más esas ramas. Que dentro de uno o dos años tendrán una poda drástica a 2 o 3 yemas para comenzar con la ramificación, momento que aprovecharé para hacer su trasplante.

El trabajo queda así de feo.

Si, feo pero práctico. Se acabaron las marcas de alambre. Ya veremos que tal le ha sentado el  ajetreo en la próxima brotación de abril, o mayo, o junio, o agosto o vaya usted a saber, que aún no tengo cogida la mano yo a esta especie que me tiene descolocado.

Sed buenos.

ITXE

2 comentarios:

  1. Me gusta la forma del tronco, cuando llegue el momento rebaja la cicatriz en bisel para darle conicidad a esa zona, me gusta como va.
    Saludos, Loli

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  2. Gracias loli.
    Este año tenía pensarlo no tocarlo y simplemente engordar las ramas que he dejado. Ademas quiero asegurarme de que esté fuerte para ir haciendole cosas... asiq ue otro añito de descanso y buen alimento ;)

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