Capítulo anterior
Daba por hecho que no iba a escribir mas entradas, a juzgar
por la profecía maya que decía que el 21 de diciembre de 2012 llegaba el fin
del mundo, pero en vista de que todo sigue igual, agarremos el teclado y
continuemos esta historia.
En la anterior entrada dedicada al espino, creo recordar que
terminaba comentando mi intención de indagar sobre mi árbol genealógico. El proceso de este estudio no cabe duda que
es largo y sobre todo lento, pero ya tengo novedades. Me enterado que mi árbol
genealógico se remonta muchos, muchos muchísimos años atrás, y… y de momento estoy bloqueado en esa parte de
la investigación.. quizá en futuras entradas haya avanzado algo más…
El que no ha parecido bloquearse ha sido el espino.
Ya en primavera os narraba la cantidad de ramas que le
brotaban y la fuerza con la que salían, con una asombrosa tendencia hacia la
perpendicular adquiriendo la apariencia de los pelos de colores de la cabeza de
Curro.
-¡¿Que Curro, tarao?! – que pensaran los lectores mas
jóvenes que, o no vivieron, o no recuerdan el 92.
Me refiero a la mascota de la expo de Sevilla, que tenia 5
pelos punkis de colores.
Ains que tiempos
aquellos… probablemente si hubiera que volver a poner nombre a una mascota
y que vaya acorde con nuestra situación actual, habría que cambiar el tiempo
verbal al nombre. Si amigos, probablemente pasaría de llamarse Curro a llamarse
Curraba. Y lo característico del muñeco no sería el pico y la cresta, sino una
huella de zapato en el trasero de la mascota, de la marca RF (Reforma Laboral)
En cualquier caso, ese pelo de la movida Punk, no le pega
mucho a nuestro arbolito…efectivamente, amigo lector, a Curro tampoco le
pegaba, pero yo he venido aquí a hablar de mi libro.. digo… de mi árbol… de
modo que no me quedó más remedio que bajarle un poco las ramas…
No me compliqué mucho la vida y no lo hice como el Señor
Brando, de nombre Alam… Vamos, que no lo hice AlamBrando, sino que me dedique a
clavar alfileres en el agrietado tronco y anudándolos con trozos de rafia los sujeté
a las ramas para que hicieran la función de tensores…
El proceso lleva su tiempo, pero a cámara rápida parece que
tardas lo mismo que en tomarte un café que se te está quedado frío.
Sin embargo, Las ramas no paraban de crecer, y eso me sirvió
para entender aquellas fórmulas de física del cole, en las que aplicábamos una
letra con un valor de aceleración fijo de 9.8. Si amigos:
¡¡¡¡He encontado el punto “g”!!!!
¿Cómo? ¡¡¡¡Hala!!!! Noooo, no, que no va por ahí.. ains que
mal pensados sois todos…. El punto “g” de las fórmulas de física, no del
físico, vamos la “gravedad” en aquellas fórmulas, recordad: newton, manzana…
En efecto. La gravedad comenzó a hacer acto de presencia y tuve
que tomar cartas en el asunto. Si antes la rafia hacia de tensor para bajar las
ramas, ahora harían exactamente lo contrario las sujetarían para que no lleguen
a caer hasta el suelo.
Y de esta manera, fueron pasando los meses hasta plantarnos
en otoño, momento que esperaba impaciente
para ver al árbol vestido de gala, con un traje amarillo limón que
resaltara su nueva copa.
Nada mas lejos de la realidad. Las hojas fueron cayendo sin
apenas cambio de color y de una forma
irregular-será por que llega el fin del mundo- pensaba.
Fuera como fuere, entró en el invierno en pelota picada, y
con las ramas empezando a lignificar.
Siguiente trabajo: selección de ramas, poda general y ando
dudando aun si trasplantarlo o no. En principio no era mi idea, pero esta
plantado en un sustrato reciclado y me da mala espina, y siendo precisamente el
colmo de un espino dar mala espina, quizá
sea una buena opción trasplantarlo sin toquetear las raices. No sé, es todo
tan raro… el sustrato era suficientemente bueno para aguantar hasta el fin de
los siglos, pero se suponía que el fin de los siglos era hoy, y parece que la
cosa aguanta… Aún tengo tiempo para pensarlo, poco, todo sea dicho, que el
crataegus es de los primeros en brotar!
Lo que está claro es que se me da mejor convivir con el
espino que indagar sobre mis ancestros… ¡Si es que, hay tanta gente en el mundo
que cualquiera puede ser familia! no sé, quizá el señor que mencionamos antes
Alam Brado sea algún pariente lejano.. pero muy lejano en vista de lo mal que
se me da ese proceso…
Sed buenos, por lo menos hasta el próximo fin del mundo.
ITXE